Una contestación

Este verano tiene sus particularidades por mi próxima paternidad. Paternidad exaltada por mi amigo entrañable Nacho . Amigo desde  niños, amigo nacido de las peleas, como los niños y adolescentes nos hacemos amigos; después de recibir un puñetazo de adulto. Por eso él recurre al pasado, la "arcadia feliz" en donde hay miles de esquinazos y momentos divertidos. Sus palabras finales son tristes. Yo, que le conozco, se de sus cuitas, de sus afanes. Por eso sé que son verdad. Verdad que no quiere decir que tenga razón en ello. Y allí está lo magnifico de la vida; ésta te marca los caminos, unos  como buenos, otros como aparentemente errados y no obstante, estos son tan personales, tan propios, tan llenos de la sabía de uno, que enmendarlos es traicionarse. Si veis su blog, os dais cuenta en seguida de su insania política - cual Quijote-. Sin embargo, es admirable¡, Nacho no se quiere traicionar  tantas veces como los demás nos hemos traicionado. 

Mi suegra, sin saberlo, en mi cumpleaños, me regaló una colonia de "Hermes"; sin saber, que ésta es de mis preferidas. Sin embargo,  nunca me la compre porque la asocié siempre a Nacho. Qué  época tan extraña la de la adolescencia, en donde iba descubriendo mi cabezonería, mi cerrazón soberbia, aragonesa - algo simple-. Todavía, recuerdo  un cumpleaños de R.V. - comprenderéis que no ponga su nombre, su vida es tan diferente ahora-. Por esas cosas raras mías había ido a su casa de mi amigo, con la actriz, presentadora, y en esa época, la mujer más bella que había en mi vida visto, Liz Lobato . Yo, en esa época estaba enamorado,  como un chiquillo,   de su hermana. De modo que, aunque en ocasiones Liz me ponía a prueba, sabía de mi terquedad y simpleza. Como puedes suponer, el celebrante se encapricho de la futura actriz. Y todavía hoy le veo bebiendo de su zapato champan. Si, así fue. Que extraños eramos. ¿Nacho, en esa fiesta ibas con pantalón blanco?

Antes de irnos a descansar este verano, nos fuimos a comer en la calle Jorge Juan. Allí, como soy un autentico bibliofilo, le di una serie de recomendaciones para el verano.  

La primera es una de las mejores novelas que he leído en los últimos años: Dora Bruder de Patrick Modiano. La volví a leer al comienzo del verano y es un obra maestra sobre cómo se debe escribir . Es admirable - en contraposición con el Diario de Ana Frank- como el autor pretende hacernos ver, mediante la ausencia, la  pérdida real  de una niña judía en el Paris nazi.  Este novelista francés es totalmente recomendable y tiene un grupo absoluto de seguidores. También le dije que, dado que prepara un libro sobre sus películas preferidas, que  debería incorporar  Lacombe Lucien de Louis Malle.

La segunda joya esta conectada con este director de cine.  "Gilles" de Drieu La Rochelle. El problema es que la edición española está descatalogada. Más sencillo es encontrar en Youtube, "El fuego fatuo", de Louis Malle (le feu follet). Se trata de la adaptación de la novela del mismo nombre, también recuperada por Alianza Editorial (ya podría atreverse a hacer lo mismo con el primer texto, que es mejor). En algunas cosas, Nacho tiene ese mismo modo de afrontar la relación con las mujeres que tiene Drieu, el subjetivismo de la novela es magistral y sería digno de estudio . Es más su apuesta política radical está cercana también; en esto el fascismo en España tiene el problema de hacerse ahora contemporáneo con el que viven Drieu o Rebatet. El pasado, Notas marruecas de un soldado de Gimenez Caballero,  Eugenio del gran Garcia Serrano, La vida nueva de Pedrito de Andia de Sanchez Mazas, Cartas de Rusia de Dionisio Ridruejo, forma y forman textos infantilizados por la presión católica autoritaria. Sólo se salva Tras el Aguila del Cesar....lo abro en mi biblioteca y lo acaricio. Se que al final, estaría el silencio:

".....Acabo el imperio de oro,
como acaban los imperios
ricos, en un Guadalete 
de medias lunas de acero"  (L de S).

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