Modiano, Premio Nobel


Hace ya unos días, en una entrada anterior, indiqué que Dora Bruder era una de las novelas que recientemente más me habían sorprendido. Era más que una cuestión de contenido - realmente la historia era simple, la búsqueda de datos sobre una chica judía desaparecida en el Paris ocupado- como de forma. Modiano, con absoluta genialidad  y en oposición a la fuerte carga subjetiva del Diario de Ana Frank, había hecho de la ausencia del yo - ya fuera como narrador/víctima  ya fuera como referencia de las personas cercanas que cuentan- el motor que mueve los sentimientos del lector. Ese proceso se va realizando poco a poco mediante el "descubrimiento" de datos que nos revelan lo que todos esperábamos: Dora muere el Auschwitz, después de pasar por el Velódromo de Invierno, ¿o fue Drancy? No recuerdo.

La concesión del Premio Nobel me ha devuelto a las impresiones que la lectura, nuevamente realizada en verano, de parte de su obra me ha ido causando de su obra. No, no empecé con su escritura, sino viendo una película donde él aparece como guionista, la genial Lacombe Lucien de Louis Malle. Tal vez, con este premio, alguna televisión la recupera. Bueno, me da que no. A partir de esa obra sabemos que Modiano no quiere orientarnos, dirigirnos al modo usual de todo escritor posmoderno hacia el centro de los lugares comunes - la demonización del "otro", ya sea nazi, fascista o comunista-. No, nos confunde igual que confunde al pequeño Lucien, enamorado finalmente de una chica judía después de estar en la banda de la Rue Lauriston. En su carrera por la salvación de ambos sólo hay un fin, la muerte. No hay salvación posible individual.

Yo lo siento J. C. Llop, soy de los que llegó tarde a Modiano por edad. Espero que ese grupo de fanáticos del escritor - escritor de culto le llama-, que guardan las esencias y dejan fuera a quienes no le leyeron en los años 70, nos permitan a los demás la opinión también emocionada. Ahora bien, os gustan los textos más complicados de Modiano. Su escritura vertiginosa, de difícil entendimiento por no tener propiamente argumento,  cerrada a los que no están en la tribu, moderna  al estilo joyciano, no deja indiferente a los que se creen poetas o escritores sublimes. Cuantas librerías de Ikea  van a estar cubiertas por la obra completa y no leida del escritor.  No, no tienes razón Bonet - cursi-, el premio a Modiano no es a París. El Paris de "noche y niebla" está en todos los sitios que hay guerras; donde oportunistas, ventajistas y miembros del mercado negro miran las oportunidades de lucro no sólo para sobrevivir sino para escapar de su miserrima vida. Aquella en la que individuo, orden de todas las cosas, cree que el mundo está para ser apropiado por él, sin pensar en la existencia de un "Orden" que reconduce a todos a nuestra condición.  Allí, en Paris estaba su padre, Albert Modiano, judio en el mercado negro de la capital parisina llena de alemanes - a los que no les importaba su condición racial-. Allí, pensando en tener un hijo. Un hijo que le dará a su apellido la gloria; una gloria que reclama su condena como personaje.

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