Una entrada poética antiburguesa

Siempre tendemos a perdonar a cualquier persona, por muy contrapuestos que sean nuestros pensamientos e intereses, cuando muestran gustos o sentimientos comunes. Por eso, supongo, podrás amigo Esteban perdonar a Arcadi Espada; va envejeciendo y su pensamiento con él.  El pasado 26 de mayo de 2015, tuvo una entrada en su blog del Mundo que me obligó a recordar un concierto pasado de Mayte Martin en donde presentó su disco "Al cantar a Manuel".  En él entre sus canciones, destaco una corta, " No pensar en la muerte" en donde mi gusto se identifica con Espada.

Sin embargo, ¿no has rechazado siempre la poesía de Alcantara y su actitud vital? ¿no te has reído siempre de él y sus crónicas dulzonas, en este  final de sus días, en el Diario Sur? Siempre asocias la lectura de este diario al matrimonio, inigualable e inolvidable, de Pepe y Chunchi, sus días de acogida en Torremolinos, viendo a su hijo Manolo y hermanos, la Malagueta y su entorno, el calor y el olor a biznaga, el atracón de "steak tartar" en  "Frutos" y la noche toledana subsiguiente, el gin tonic del Peque y Playamar . ¿Por eso te gusta la canción?

La poesía, su extraña matemática del lenguaje, siempre me han atraído, pero siempre he pensado que sólo una experiencia intensa  y externa de vida (épica) o el contacto con la naturaleza (lírica) pueden dar sentido a la composición. Por eso, es difícil tener una clara inspiración desde una vida aburguesada. Aunque la composición y su musicalidad pueden atraernos (¿empatía?), el individuo y la sociedad industrial es la antipoética. Sus afanes de vida y muerte son comunes a todos, simples, aburridos, monótonos. No  hay poesía tampoco  cuando tratas de disimular tu natural - aburguesado- entre lo colectivo, como le pasa al pobre Luis Garcia Montero; qué momento para estar callada cuando su  mujer trazó claramente su destino político en ese horroroso artículo del Pais. ¡ Madrid, esa cloaca llena de burgueses de derechas y de izquierdas qué pretenden "integrarse" en el pueblo¡

Mientras estoy haciendo esta entrada tan personal - ya me asaltaron el otro día con Manolo para decirme que estas entradas son difícilmente entendibles- tengo en la mesilla, leyéndolo, una edición bilíngüe de una serie de poemas largos de Jean Giono ("Fragmentos de un Diluvio/Viajes por un Triptico"), editado por Vaso Roto. Es el único libro que me ha atraído en la Feria del Libro. El autor `provenzal vive en la naturaleza y ésta se entremezcla en su discurso haciéndolo trascender - es decir, permitiendo una experiencia más allá de los límites del individuo y su pequeña sociedad-. Me recordaba al gran y extraño poeta Nikolai Klyuev, hijo de antiguos creyentes; si bien el último hace de la naturaleza un ser vivo que determina el destino de los hombres y a la que, por tanto, el hombre puro debe oír. Para el poeta inmortal no hay doble vía, o se diluye entre la Diosa Blanca, o pretende integrarse en la postmodernidad o, peor, en una opción política de corte participativa o ciudadana.

Yo, decido, este verano seguiré sin ir a Marbella, el olor a estiercol me salvará para la inmortalidad?



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