Sobre nuestro rufián: Hernando y la dialéctica del aparato popular

I.-



Ya pasado el verano, vemos con cierto relajo la deriva de nuestra política nacional. La situación a la que nos enfrentamos está construida sobre la idea, falsa, de que se han elegido personas (Rajoy o Sanchez) y se han ganado elecciones; cuando no se tienen ni votos para resultar elegidos ni apoyos en otros partidos en el Congreso.

Bajo a la tierra, el calor estos días hace insoportable la Universidad; no hay aire acondicionado en las aulas y estuve ayer a punto de desmayarme en una clase. El bocadillo de tortilla y la cocacola en el Bar de Profesores de la Facultad me hace recordar lo qué somos; simples funcionarios públicos que no pueden pagarse una tortilla de patatas en condiciones. Estamos fuera del escaparate de la vida pública española. Bueno..., estar en Madrid en ocasiones te permite ir a la balconada a observar.

En un artículo de prensa típico, a finales de agosto, el Mundo censuraba la ostentación de la casa de Maria Teresa Campos. La crítica evitaba extenderse a un personaje "literario"(1), Jaime Fierro, decorador del que se decía que no había podido marcar propiamente su estilo (mezcla de contemporaneo y antiguo) por el deseo de ostentación de la mujer.  El programa me hace recordar esa balconada. En este caso, en los años 90, Plaza de las Ventas de Madrid, en donde él que escribe, gracias a la estirpe funcionarial, podía asomarse a los palcos de la Plaza y, junto a él, ver a Terelu Campos, lozana, poderosa, echar el humo a Martin Pareja Obregon en el "Palco de las marquesas". Siempre supuse que la invitación era al torero amateur y amante profesional y no a la dama coqueta. Dice Jose Miguel que ambos gritabamos desde nuestra asiento: "Terelu vuelve con Polvorino". No es cierto, era una historia apócrifa.

(1)Leo a Manuel Vicent, Aguirre el Magnífico, Alfaguara, Madrid 2011: "En el zaguán se había cruzado conmigo un muchacho, a quien llamó Jaime. Llevaba de la correa a un perro, los dos tan bellos como distantes. Ni el uno me ladró ni el otro se digno a mirarme. El perro era un dálmata y jaime era hijo de Fierro, el amo del asunto, quien, según me decían, había sido imantado por la inteligencia de Jesús Aguirre". Bueno, más que imantado, como señala Gregorio Morán, en el Cura y los Mandarines, Madrid  2014,Pag. 400: "Orientados por expertos teólogos , graves psiquiatras y católicos abrumados, no se sabe si por el gozo o la angustia, los mandarán a ambos a Suiza, donde aseguran que existe una clínica que hace milagros. Como estamos en un mundo de fervientes católicos, eso no sólo es posible - el milagro- sino que se ofrece como la salida elegante que tienen mas a mano.... <<Fueron a Suiza a ver si lo suyo tenía solución>>, explica un eclesiástico que conoció el asunto al detalle".

Madrid, prostíbulo o oficina de mamandurrias, ahora quieres parecer lo que nunca has sido.

II.-

Estoy leyendo "Ramíro de Maeztu y el ideal de la burguesía en España", de Villacañas, el libro no está en la biblioteca de la Universidad. Sin embargo es un excelente ensayo, claro está, de alguien que se tenía por radical y ultramontano. Supongo que es la razón de que los politologos nuestros no lo tengan en consideración - excesivamente interesados, unos, es desligarse de su pasado autarquico, otros, de unirse a la modernidad-.  En la página 142 leo: "para Maeztu el cacique es un candidato a oligarca, una figura provisional que ansia su paso al ejército de los prebendados. pero el oligarca no era meramente de un tipo. Al menos se podían distinguir tres: el teocrático, el estrictamente económico o plutocratico ... y el burocrático ,  fuera civil o militar. Estas élites, falsas, incapaces habían hecho imposible que España se uniese una clase dirigente, verdaderamente aristocrática, para  ponerse al frente de las reivindicaciones populares para dinamizar y desplazar a las capas más reactivas de sus propios miembros". Durante la comida hemos discutido Esteban y yo sobre la realidad de la existencia de una verdadera "burguesía" en España, todo por identificar al periodo isabelino como "primer momento del estado liberal". Esteban me rebate su existencia y, en términos marxistas, me indica que, su falta, es la que origina precisamente la ausencia de una revolución liberal y adaptación de una economía al  capitalismo. Conviene precisar, no creo en la cientificidad del argumento marxista, se  edificó sobre la creencia de que, inexorablemente, una parte de la burguesía "avant guarde" ayudaría al proceso histórico de liberación del proletariado, tal como se ve en "18 Brumario de Luis Bonaparte, por ejemplo-. Es cierto que no hubo propiamente revolución industrial en España que generara una clase media burguesa activa, suficientemente amplia, para que, parte de ella, se desligara de los compromisos de "clase" (2) o simplemente, pusiera en aprieto a la oligarquía al crear una amplia base social y económica que pujara por sus intereses y no de los " de siempre". El Estado, primero franquista, y, después democrático, ha sido el que ha impulsado la creación de una amplia clase media con la expectativa de estar en el empleo público - el privado ya no garantiza el trabajo-, de tener la propiedad de tu lugar de residencia y de ser identificado con formas de vida burguesa - lo que genera un amplio consumo de bienes y servicios-. La explosión demográfica, el acceso de un amplio grupo de la sociedad al bienestar reduce las posibilidades de mantenimiento, en cada familia, de los niveles de vida y , por tanto, habiendo más oferta, todos estos elementos se convierten más valiosos.

Así en Alejandro Nieto: "Los primeros pasos del Estado constitucional, Madrid 1996, Pag. 68, cuando dice: "el carácter burgués de este Estado y de esta revolución se constata, sin ir más lejos por la identificación de los beneficiarios de sus actuaciones, pues solamente podía beneficiar a burgueses la ocupación de bienes amortizados (con la potenciación del contenido jurídico de la propiedad en general) y de los empleos públicos; de la misma manera que sólo a los burgueses se abrieron las instituciones constitucionales y el aparato burocrático de la Administración". 
Esta tara de nuestra estructura política y social se ve también actualmente. Es más, está en la línea de la sensación de paralización que vive nuestra democracia. Con el agravante de que se ha producido un fenómeno de desideologización tecnocratica de nuestra vida social en la burguesía.  Este fenómeno se produce especialmente,  en y desde el 11 M, no sólo  por el temor a las consecuencias del populismo, sino lo más importante, de perdida de el trinomio empleo publico-propiedad- capacidad de consumo. De forma que, aunque voten o participen en círculos de Podemos, la gente, en general, no quiere hacer ninguna revolución...., sólo desea que se le mantenga su estatus.

Tener miedo, tener dependencias, paraliza la capacidad de todo ciudadano para "participar libremente" realmente en la vida política. Sus necesidades sólo pueden satisfacerse por "concesión" graciosa de su inmediato superior, en una escala que se va elevando hasta el último burócrata.

III.-

La visualización en la vida política de estas taras se ve fácilmente en las intervenciones en el Congreso. Así, la del representante del Partido Popular en el Congreso, Sr. Hernando, sirve como ejemplo. Recordemos que éste ha ido alcanzando las máximas alturas medrando en el Partido, sin significarse por sus ideas. Su intervención en el debate de investidura refleja una posición cerrada de defensa de su lider y ataque, a pesar de la necesidad de acuerdo, a las demás fuerzas políticas. Curiosamente,en forma parecida a otro personaje, Rufián. Psicológicamente, entendemos que éste último, "necesite", por su condición charnega, de reconocimiento entre los independentistas. En la idílica y futura Cataluña independiente, probablemente, no habrá lugar para aquellos que, viniendo desde fuera, no "transformen" su identidad. Pero, ¿si reclaman a los demás "un acuerdo" sobre un  la investidura/referendum, por que se muestran tan altivos?.

La razón está en que, Rajoy, Puigdemont/Junqueras, ven que, en este tiempo, se han "colado" políticos nuevos que pujan por el espacio de poder/dominación de la vida política española/catalana. De forma que, temerosos de la creación de clases burguesas, urbanas, con conciencia de participación política que les sigan, intentan mediante la paralización de instituciones o procesos, "aguar" la situación de hiperpólitica (ideologízada) que vivimos. Acabar con los nuevos es esencial.

IV.-

Lo interesante - sirva de hipótesis- es que creo que nuestras taras en la estructura social, económica y política, favorecen esta pretensión: Habrá terceras elecciones que permitan un gobierno popular desideologizado - a partir de las necesidades presupuestarias impuestas por Europa-. No habrá ruptura en Cataluña, lo que permitirá al Gobierno catalán anestesiar a su población hasta la salida de la crisis economica y social que padecemos. Todos esperaremos a que el trinomio: empleo público/propiedad/ consumo vuelva a nuestro redil con perfecta suficiencia. 

Será este mundo futuro el adecuado. En él, Hernando conseguirá ser ministro. Rajoy se trasladará a vivir una vejez feliz en Pontevedra. El Hola publicará la boda de la hija de Terelu - ésta ya será admitida en societé, gracias a los emolumentos recibidos de la herencia de su abuela que le proporcionaran buena educación-. Yo no podre dejar de trabajar por meterme en camisas de once varas.


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