Cuentos I

11/02/2024


 Reflejo en Twitter el comentario de Nadezhda Maldelstam: "El único que mostró interés fue Georgi Blok, primo del poeta, que trabajaba para una editorial privada ya en las últimas. Para entonces, M. había perdido la esperanza y ya no le importaba. El libro salió a la luz, pero el manuscrito se perdió; probablemente fue confiscado junto con el resto de la documentación de Blok cuando fue detenido (lo detuvieron porque había estudiado en el Lyceé). Es increíble que algo haya sobrevivido (338), y por un capricho del destino puede ocurrir, como en este caso, que algo desaparezca después de haber sobrevivido durante un tiempo por pura casualidad".

Ya está llegando un nuevo libro que me hará disfrutar. No se ni el tiempo ni los días. 

2/2/2024

"Cabe desear llegar a viejo, no tanto por vivir , sino por morir pues un viejo se apaga como una vela" (Principe de Ligne)

La frente sudorosa y las cejas amplias, embarcando los ojos, hace identificar los rasgos de las Alvarez; de aquella que se llamaba Antonia y, en perpetuo vestir negro, arropaba a todas las hermanas y sus polluelos en una mesilla dentro de una casa que siempre irradiaba calor. La ventana alumbraba la mesa camilla que, en invierno, se calentaba por el carbon producido por las vides viejas. Ese olor que nos perseguia, no evita que siempre apareciamos siempre con mi tia Luisa, la que vivia allí. Esa paz de la cotidianiedad, esa paz que abrigaba sus palabras, pocas, con alguna sonrisa. Todo sucedía en el Cadalso de los años 70 y no señalaba los cursos futuros, puesto que el presente llenaba nuestro corazón. 

22/04/2018
I.-

La encomienda que asumí hará tres años y medio tiene determinadas obligaciones como son la de tener que hablar de cuál es tu profesión,  mejor no entrar en ella, por su carácter infamante,  y la de contar un cuento, gracias a Dios. La profesora de mi hijo se  cree que se puede "librar" el asunto con una  lectura de cualquier juntaletras: ¡ en este tiempo,  Gloria Fuertes nos parece una escritora de prestigio¡-. Yo no quiero hacer esto.

II.-

Todo contador de historias debe asumir que este oficio tiene una responsabilidad compartida; y que se debe llamar a aquélla, inspiración o alumramiento, esa Diosa Blanca, que debe auxiliarnos en el empeño. Suele hacerse esto  declamando - palabra difícil que se debe aprender al instante, a fuer de no lograr ningún éxito en el oficio-, repito, declamando una poesía, de aquellas  donde el autor la llame. Yo he encontrado una, Ramón María del Valle Inclan. Este guarda la inmortalidad de su alma - la de su escritura ha sido conseguida-, en una estatua de nuestro Paseo de Recoletos, entre butias de las sabanas, y otras especies menos singulares, todas de escasa sombra. La estatua es singular, pero eso debe descubrirse caminando por el paseo. 

¡oh, lejanas memorias de la tierra lejana,
Olorosas a  yerbas frescas por la mañana¡
 ¡Tierra de maizales húmedos y sonoros
Donde cantan del viento los invisibles coros,
Cuando deshoja el sol la rosa de sus oros,
En la cima monte que estremecen los toros¡
(...)
¡Oh tierra, pobre abuela olvidada y mendigam
Bésame con tu alma ingenua de cantiga¡
Y que aromen mis versos como aquellas manzanas
Que otra abuela sólia poner en las ventanas,
Donde el sol del invierno daba por las mañanas.
¡Oh las viejas abuelas, las memorias lejanas¡ 

II.-


Escojo el relato del "panadero" Pio - cuya profesión  es,  no sólo honrada,  sino amiga de todos vosotros; pues , cerca de la tahona, ya estáis todos pidiendo el rosco, la barra o lo que tercie para aliviar el hambre. Tarde localizo en el cuento un momento en donde  lloró - triste sino el mio que debo repetirlo, constantemente-. Dentro de aquella historia de Martín Lopez de Zalacain, escojo la de sus primeros días, en su Urgía natal,  aquella, de "muralla de piedra, negrizca y alta", cerca del rio  . Su padre, labrador, falleció y, durante su infancia, Martín vive con su hermana, "la Ignasia" y su madre en una casa fuera de la murada que pertenecía a otros (los Ohando). Este no era amigo de la escuela, pues era en ese tiempo "un sitio oscuro, con unos cartelones blancos en las paredes, lo cual no le animaba a entrar".

Tenía Martin un pariente, mayor, tio abuelo suyo, llamado Miguel, bueno Jose Miguel Tellagorri quien frecuentaba, en exceso, la taberna de Arcale. Allí se encontraba Martín con él, sobresalía por ser "hombre flaco, de nariz enorme y ganchuda, pelo gris, ojos grises, y la pipa de barro siempre en la boca". Dice Pio:
"Punto fuerte en la taberna de Arcale, tenía allí su centro de operaciones: allí...discutía y mantenía vivo ...( el enfrentamiento) que hay entre los campesinos ... (contra los que viven en las ciudades)". Sique: Vivía el viejo Tellagorri de una porción de pequeños recursos que él se agenciaba, u tenía mala fama entre las personas pudientes del pueblo. Era, en el fondo, un hombre d erapiña, alegre y jovial, buen bebedor, buen amigo,.... 
La madre de Martín presintió que, dado el carácter de su hijo, terminaría haciéndose amigo de Tellagorri, a quien consideraba como un hombre ...(malo). Efectivamente, así fue; 
.....El mismo señalado día en que Martín disfrutó de la amistad de Tellagorri, obtuvo también la benevolencia de Marques. Marques era el perro de Tellagorri, un perro chiquito, feo, contagiado hasta tal punto con las ideas, preocupaciones y mañas del amo, que era como él: ladrón, astuto, vagabundo, viejo, cínico, insociable e independiente. ....Tellagorri poseía un huertecillo que no valía nada, según los inteligentes, en el extremo opuesto de su casa, y para ir a él era indispensable recorrer todo el balcon de la muralla. Muchas veces le propusieron comprarle el huerto; pero él decía que le venía de familia y que los higos de sus higueras eran tan excelentes que por nada del mundo vendería aquel pedazo de tierra.
Todo el mundo creía que conservaba el huertecillo para tener derecho a pasar por la muralla y robar, y esta opinión no se hallaba, ni mucho menos, alejada de la realidad.
Tellagorri era de la familia de los Galchagorria, la familia de los pantalones colorados, y este consonante, entre el mote de su familia y su nombre, habñia servido al padre de la sacristiana, viejo chusco que odiaba a Tellagorri, de motivo a una canción que hasta los chicos la sabian y que mortificaba profundamente a Tellagorri. La canción decía sí:
Tellagorri
Galchagorri
ongui etorri
onerá.
ostutzale,
erantzale,
nescatzale,
zu cerá.

(Tellagorri, Galchagorri, bien venido seas aquí. Aficionado a robar, aficionado a bener, aficionado a las chicas, eres tú).

Tellagorri, , al oir la canción, fruncía el entrecejo y se ponía serio.

(...) Tellagorri no necesitaba de nadie para vivir. El se hacia la ropa; él se afeitaba y se cortaba el pelo, se fabricaba las albarcas, y no necesitaba de nadie, ni de mujer ni de hombre. 
Cuando Tellagorri tomó por su cuenta a Martín, le enseño toda su ciencia. Le explico la manera de acogotar una gallina sin que se alborotase; le mostró la manera de coger los higos y las ciruelas de las huertas sin peligro de ser visto, y le enseño a conocer las setas buenas de las venenosas por el color de la hierba en donde se crían.
Esta cosecha de setas y la caza de caracoles constituía un ingreso para Tellagorri, pero el mayor era otro.
Había en la ciudadela, en uno de los lienzos de la muralla, un rellano formado por tierra, al cual parecía tan imposible llegar subiendo como bajando. Sin embargo, Tellagorri dio con la vereda para escalar aquel rincón y en este sitio recóndito y soleado puso una verdadera plantaciñón de tabaco, cyas hojas secas vendía al tabernero Arcale. 

III.- 
(Al terminar el cuento)

No se si oís a lo lejos  un cante que va poco a poco haciéndose más claro, ¡ es una bambera¡ Como todo lo contado y oído tiene relación con ella;  en la bamba, en el columpio del parque, a la espalda de Puskin, la oigo, mientras Jacobo va viendo como una niña va siendo mecida por su madre, su flequillo va encrespándose, con cada golpe.

En la primavera blanca,
Quiero verte día a día
Yo quiero verte dia a dia
Y cantarte por bamberas
En el columpio, subida
En el columpio, subida
Ahí en la primavera blanca
(Yo me ire contigo, donde tu me lleves
 Yo me ire contigo, donde tu me lleves
Hasta la muerte,
Hasta la muerte,
Ay, hasta la muerte)



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