Los Goya y la Asistencia Obligada

Siempre he tenido la tendencia de mezclar las lecturas con los episodios de la realidad que me han llamado la atención. Sirva esta advertencia para quien me lea. La segunda es que soy antimoderno. 

Cuando inicialmente, por culpa de A.Alonso, compre la filmografía de Andrei Tarkovsky y vi Solaris, no advertí que la dacha en donde se encontraba el protagonista con su padre reflejaba el ambiente del propio director de la película.

No lo comprendí hasta que esta semana he tenido en mis manos el libro de Boris Yampolski y Ilya Konstantinovski, "Asistencia Obligada"; cuando el primero advierte lo que encuentra en la dacha de su amigo y miembro relevante de la "Unión de Escritores",  Alexander Borisovich Chakovski:

"Entramos en la casa y vi los grandes lujos que podía costearse en aquellos años una figura literaria <<exportable>> que viajaba al extranjero y había podido juntar, haciendo humillantes economías con sus dietas, un equipo Sony, un magnetófono Grundig, una máquina de afeitar eléctrica Remington o un reloj  electrónico de oficina... Dentro de unos días va a asistir a un congreso internacional en Filandia, con una ponencia titulada <<el escritor y la moral>>. Tiene guasa...Argumentará que la literatura ha de someterse a los intereses del pueblo y hará unas reflexiones sobre el planteamiento de clase. Le escucharán escritores de diversos países y muchos pensarán que comparece ante ellos u adalíd de la clase trabajadora".

Pobre Boris, preterido por su literatura judía y de añoranza de la infancia, tuviste que hacernos ver el miedo.  Pero pertenecías a  la CULTURA OFICIAL, eso si  de los parias; de aquellos que estaban alejados de las temáticas que interesaban. No te relevaste por que no tenías recurso alguno para hacerlo, eras un simple nieudáchniki; ni te acogiste a los paraísos artificiales  - cultura zapoi-. No llegaste a expresar el odio a todos ellos, como haría Limonov. Simplemente dejaste el texto para que brotara. Y ese texto identificaba a aquellos que atendían a las consignas de estilo, temática y comunicación, paulovilianamente, para, a cambio, disfrutar de las "pequeñas ventajas" que ofrecía el poder soviético.

Aparentemente, nada en España se parece,.... o eso creemos. Sin embargo, el "entorno cultural" también exige instintivamente estilos, temáticas y modos de comunicación. Ya no hay un sólo poder (totalitario) para exigirlo de modo radical. Pero se nos ofrece el espectáculo de que los diversos operadores con poder -  opinión pública, prensa, política, inteligentsia- castigan a quienes no siguen sus consignas. Hoy tenemos también parias,  a los que "utilizamos" para culpabilizarles de nuestras desgracias o para que sirvan de sanbenito. Ese ministro, en constante dimisión, llamado Wert "tenía" que acudir a los Goya para ser insultado y castigado por "no defender los intereses de la industria y sus trabajadores".  Es decir, yo creo que estaba obligado no sólo para ser "castigado" sino para "dar la cara"; si, supongo que en el Gobierno, no estarían contentos con un sujeto que no admite ser maltratado - con la vertiente siempre política de ser maltratado por la gente de la cultura que es izquierdista (clave que alimenta al electorado de derechas)-. Supongo que cuando dimita ira a un exilio absoluto - referido a aquellos que no cumplen estrictamente los dictados de uno de los operadores políticos, el Partido Popular-.

También, a todo este comentario debemos añadir que el CINE PATRIO tiene que plantearse  la razón por la que, con o sin subida del IVA, la gente no acude a él. Debemos separarnos de la polémica de si la Gala es un absoluto aburrimiento, incluso para Carlos Boyero - santo oficial del progresismo patrio-. No, no  se trata sólo de calidad - asociado a la inversión- sino de un vaciamiento de ideas de sus guionistas y directores. El ejemplo de Trueba es sintomático, una película fracasada es la que ha obtenido los máximos premios. Tan fracasada que gusto a Luis María Ansón, académico (véase el Mundo). Si a él le gusta es mejor ni plantearse acudir al cine. Bueno, a cambio, me pondré a ver Solaris de nuevo.



Comentarios

Entradas populares de este blog

La desconfianza en el futuro nace de nuestras escasas raices con el pasado

III.- Una crítica a la justificación ética del trabajo social

Apuntes sobre lecturas (Valle Inclan , su manuscrito inédito de el ruedo ibérico y Proust y su mundo de los Guermantes) después de dos años de escritura jurídica