I.-

La semana pasada estuve viendo "unsere müller, unsere räter" ( nuestras madres, nuestros padres), serie alemana de éxito sobre un grupo de jóvenes berlineses en la II Guerra Mundial. Tarde algo más de tiempo por varias ocupaciones. Algunas, ciertamente, poco gratificantes. No por el encargo, un capítulo sobre derechos del niño y relaciones familiares. El tema que propuso Jorge Ferreira es pertinente. Sino porque uno se da cuenta de sus limitaciones al escribir un trabajo académico. Sobre todo si lo comparo con la clara expresión del profesor Grossi, en su libro "la propiedad, otras perspectivas" que publica la Fundación Coloquio Jurídico Europeo.

La serie está formalmente muy bien hecha. Ahora bien, ideológicamente no deja de mostrarnos la necesidad de"separar" al sujeto colectivo responsable de la II Guerra Mundial de la sana historia del pueblo alemán. Varios rasgos sirven al efecto. Los dos únicos protagonistas que se "contaminan" en los crímenes mueren: Greta que, trascendiendo su deseo de salvar a su novio judío, no le importa hacerse amante de un miembro de la Gestapo  para lograr tener éxito como cantante. Friedhelm que, convirtiéndose jungerianamente en un soldado de asalto, no elude participar en las acciones de represalia contra los partisanos y la población civil. Ellos no logran sobrevivir a la nueva Alemania. Los demás, gracias a una suerte de cura-producida por el sufrimiento-, logran ver el nuevo día. No hay aparentemente responsabilidad en ellos:  Wilhem representante de la vieja Alemania política y sus tradiciones, incluso la militarista/derechista, Charlotte, la representante de la Alemania religiosa ( cristiana) y respetuosa con el orden. Se elude el debate ideológico. Viktor, que es un prisionero judío político -véase su estrella de David con triángulo rojo-, apenas habla de política. La serie no quiere hablar de política; pertenece a ese mundo desideologizado. La no ideología que tapa el pensamiento hegemónico (Zizek).Por  lo tanto, esa apariencia esconde  un deseo de eludir toda crítica a la construcción de ideas subyacente que se formó en Alemania en el romanticismo, o tal vez antes, y que perdura ahora en el cuerpo social.

II.-

Sigo leyendo "Miseria y Grandeza del Partido Comunista de España" (G.Moran). Dice en la Pag.695: La maldición de Ridruejo consistía en hacer proposiciones políticas a todos aquellos que ya estaban militando en el PCE. Alegaban diversas razones para no explicar la verdad. Le ocurrió con Enrique Múgica Herzog que se acercó a él por sus "inclinaciones poéticas", luego con el madrileño residente en la Universidad de Barcelona, Manuel Sacristan, y luego con Sanz Hurtado y Javier Pradera, hasta hacer una lista que duraría gran parte de la dictadura franquista". Me viene la carcajada, Dionisio, un imbécil más. Por lo menos, Curzio era más inteligente, paso a hacer directamente la pelota a los comunistas para salvar el pellejo y seguir viviendo bien.

III.-

Lo banal debe también estar. Qué grandísimos cursis , Fran Rivera, su nueva mujer, y demás ralea. Cómo puede ser uno bisnieto de Cayetano Ordoñez, nieto de Antonio Ordoñez, casarse de chaqué y sombrero. Sólo el deseo de reconvertirse en un clase media sevillita para superar el pasado de una madre "revoltosa" puede hacer que se le perdone. Igual que paso con su hermano, ese Cayetano que tuvo una novia (Eva Glez) que es una tortura en el programa de Master Chef. El pasado día fue el apoteosis: creí que con tantas veces que repitió la palabra "Excelentísimo/a" llegaría a trabarse. Pero, una cursi nunca hace el ridículo públicamente. Se había preparado. La perdida de la casta, siempre es un temor que me recorre .

Comentarios

Entradas populares de este blog

La desconfianza en el futuro nace de nuestras escasas raices con el pasado

III.- Una crítica a la justificación ética del trabajo social

Apuntes sobre lecturas (Valle Inclan , su manuscrito inédito de el ruedo ibérico y Proust y su mundo de los Guermantes) después de dos años de escritura jurídica