Pla y J.C. Monedero: la estupida pretensión de buscar abstracciones o sistematizaciones

I.-
Tener hijos te quita tiempo  y sueño. Pero no ha sido ésta la razón por la que no he escrito tan frecuentemente. He estado varias semanas metido en la preparación de varias comunicaciones a Seminarios y Congresos. Casi siempre, en ellas, más que en artículos, voy aclarándome. Un capítulo de un libro para Portugal titulado "Relaciones Parentales y Derechos del Niño" me obligó, dadas las pretensiones generalistas,  de nuevo, a tratar de plantearme si se puede sistematizar el Derecho de Familia y si hacerlo tiene alguna utilidad. Mejor que utilidad, si éste intento mejora o no los graves defectos que tiene el Derecho para procurar una solución a los problemas metajurídicos de las personas y las relaciones de éstas con los demás. Digo metajurídicos por que, los intereses y conflictos directos de los sujetos en las relaciones familiares (afecto, atención entre otras) no pueden ser resueltos por el Derecho, cuyos remedios, son "remedos". De ahí, en una primera comunicación para Salamanca, sobre participación de los adolescentes en las decisiones en el ámbito de la salud, y la segunda, en Madrid, sobre el consentimiento informado del adolescente en situaciones de grave riesgo - véase la tendencia a la concreción- busca  más que la solución jurídica (enfáticamente construida sobre el reconocimiento de los derechos de los niños, es decir, pro autonomía),  decir que soy un jurista atento al Mundo: la solución jurídica no es solución. Ni su metodología sirve;  saber cuando es competente (capaz natural) es una cosa que sólo técnicamente se puede alcanzar. Ahí, esa Tekne dudosa, temerosa de la probabilidad del error - la falsación como meta- de la Ciencia Natural y Medica- Psicológica.

II.-


Siempre me asombra la realidad o mejor, aquello que está fuera de la conciencia. Nuestra subjetividad cuantas veces equivoca;  por nuestras necesidades y gustos,  impone una mirada determinada a las situaciones o cosas. Unas veces, dada la cercanía del objeto o sujeto, podemos interactuar con él y/o ello, de forma que logramos percibir si, a pesar de los sesgos de nuestro pensamiento,  nuestra visión es correcta. Así, por ejemplo, la melena aleonada o el broche en forma de corazón, de una mujer llama la atención del  hombre que queda con ella, e inicialmente cree ver la muestra (errónea inicialmente) de que se ha arreglado para él. Ahora, si está diez minutos atento a la conversación o el encuentro puede hacerle ver lo equivocado o no que puede estar. Ahora bien, en ocasiones, el objeto, el sujeto, la idea, se encuentra tan lejos, o ha llegado a un grado de abstracción que la verificabilidad de nuestra visión no es posible, más cuando, como ocurre en la sociedad humana, los multifactores que inciden son tantos y tan diversos. Es una necedad decir que es  plausible lo que opinamos.

  • En este punto, me río leyendo a Zizek (Acontecimiento, Ed. Sexto Piso S.A, Madrid 2014): "Lo conocido desconocido (es decir, lo que no sabemos que sabemos) es el tema privilegiado de la filosofia: forma el horizonte transcendental, o el marco, de nuestra experiencia de la realidad....de forma que un acontecimiento, no es algo que ocurre en el mundo, sino un cambio de planteamiento a través del cual percibimos el mundo y nos relacionamos con él".  Es decir, a pesar de la subjetividad y sus límites, en ocasiones, si conseguimos salirnos de nuestra autoreferencialidad - la mirada propia sublimada-, a través de lo acontecido, logramos "conocer" una pequeña muesca de la realidad.


Llega un momento en que el texto que preparo tiene varios significados, según el sujeto al que va dirigido y las relaciones que mantiene con lecturas y enlaces- intertextualidad -. Me temo lo peor, es decir, que llegado a esta línea la gente no quiera continuar leyendo - siempre soy oscuro, tal vez excesivamente oscuro-. Esa oscuridad tiene mucho de mi propio yo, construido de forma voluntarista. Bueno, ya un poco menos. Pero siempre recuerdo, hasta que punto me dejo llevar por  mi capacidad para lograr lo que me propongo. 

DISGRESION PERSONAL: Era las navidades de 1987, en la casa de una amiga de mi pareja en ese momento (PPM). La casa en la zona de Paseo de la Habana, tenía en sus salones, la mezcla suficiente de madera y pintura verde, para identificar al propietario, general interventor, como cazador. Allí me presentaron a ella; era novia de un amigo común. Llevaba una falda negra, jersey de cuello alto rojo, pelo recogido con un lazo, abrigo Burberrys beige. Rubia, ojos claros, con fuerte personalidad.  Apellido de relumbrón, más pasado que presente. Después de seis meses, ambos estábamos solteros, y ella solía salir con mi amigo Nacho (ya sabéis quien es). De forma que, compulsiva-mente, me lance a la conquista. Tarde dos meses en lograr que saliera conmigo. Debí comprender que dar el primer beso en la ciudad encantada de Cuenca era un "síntoma" de lo que me esperaba. Todavía me rió de mi mismo hasta que punto llegue a ser un necio - llegue a empezar a preparar la boda-. Mi inexperiencia logró que me auto-engañara (lo mio era un plus de subjetividad). Sólo hay proyectos comunes en el amor cuando no cubres necesidades sino "añades" algo al mundo de tu pareja, es decir, cuando se logra tener experiencias comunes.

III.-

 Hace unos días compre, con cierto temor - véase mi entrada anterior ("la adjetivación de la historia y el pasado franquista")- el libro de Josep Guixà, Espias de Franco. En él, aparece primordialmente, la historia, ya muy conocida del Pla espía de Franco en Marsella durante la guerra civil. Esta historia es esencial para mitificar negativamente la figura de uno de los mejores escritores de lengua catalana entre los suyos. Para los exaltados de estos días, no es posible que un buen catalán estuviera en el lado "incorrecto" en la guerra. Gracias a Dios, Guixà plantea la historia en miniatura, es decir, no pretende abstraer conclusiones, crear inducciones, poner sambenitos. 

Curiosamente, por moor del clima político, suele identificarse al intelectual con aquel que tiene una conciencia crítica - con los contrarios a su ideología de izquierdas-. Es cierto, eso ya lo hacia su creador Herzen. Sin embargo, la critica debe extenderse a tu mundo y referencias para poder ser propiamente identificado como "intelectual". De forma que no me extraña que el actor - por lo tanto iletrado- J.Diego Botto, no sepa distinguir quien es el intelectual en el debate que se dio en el diario, entre Gregorio Moran y Juan Carlos Monedero. El primero lo es, a partir de su pretensión de explicar hechos concretos de los que deduce un relato - en este campo, de la transición- crítico, problemático para él y su generación. El segundo quiere el cambio del relato preestablecido de la transición, con la finalidad de que la población actual se muestre desafecta con los partidos políticos y sindicatos tradicionales y afecta con su propuesta.  Su relato es igualmente abstracto, dudoso por genérico, pero, es incapaz de verlo dado su esquema autoreferencial, de ahí que no parezca dudar (esquema dogmático, propiamente reduccionista). Es más, si hipotéticamente fuera intelectual y percibiera el problema, sin duda su nueva "profesión" de político, le impide cínicamente exponer dudas.

Es divertido que hoy el diario "El Mundo", saque tanto a Pla como a Juan Carlos Monedero en sus páginas.  Leo como dice este último: "Nosotros no tenemos que imitar al pueblo, somos como el pueblo". Esta declaración está en consonancia con la pretensión de adscribirse, en este punto legítimamente, con la "gente decente". La adscripción ya es vista por sus enemigos como engañosa, esencialmente por que puede ser populista.  Pla, sin embargo, no pretende adscripciónes, tal vez desengañado de todos y de él mismo. Hoy se le hace un merecido artículo sobre su "La vida lenta. Notas para tres diarios (1956,1957, 1964)" y allí, aparece un terrorífico juicio, general - pero ineludiblemente también contra si-: "El país ha llegado al envilecimiento total (1957)". 

Por todo ello lo dicho por Monedero es excesivo. Por dos razones: a) la primera, no es que no sea él del pueblo. Parece claro, desde la Ilustración que el intelectual tiene una relación heteronoma con el "pueblo". Es más, no llega a "conocer lo que sabe": como todo intelectual pretendidamente ilustrado quiere que le quieran; esa pretensión es hoy más enfermiza que en el siglo XIX ya que en la sociedad de la información inmediata y del espectáculo  la "inteligentsia" no es atendida suficientemente por "el pueblo". Este afecto que pretende del pueblo no es gratuito, lo quiere para "domesticar"; Slodertijk (Normas para el parque humano. Una respuesta a la Carta sobre el Humanismo de Heidegger, Siruela 2º ed. Madrid 2001) nos lo pone claro: "la tarea de este superhumanista no sería otra que la planificación de propiedades en una élite que habría que criar expresamente por el bien de todos". Allí hay un nuevo problema no identificado por la "izquierda", la domesticación es para "dominar", de ahí los proyectos de ingenieria social que tratan de desasilvestrar a la humanidad. Esta dinámica es la que nos encontramos - convive con el darwinismo social del liberalismo económico- . Podemos no es más que una nueva creación, más pura, más robespiniana, de la virtud ilustrada; b) La segunda, es más problemática, hay demasiados ejemplos en donde esa gente decente (pueblo) actúa frecuentemente contra los intereses de la inteligentsia, sólo falta una época de vacas gordas para que vea, como vio Victor Serge, en los años treinta, con su hijo, recién expulsado de ese "paraíso" creado por él, en Berlin, desfilar a los obreros sindicados y partidarios de la socialdemocracia, vestidos de forma primorosa - de modo idéntico a la burguesía- para después acercarse al cafe o a la tienda de dulces en un domingo cualquiera.De ahí que mi recomendación a su grupo sea: Daros prisa, cualquier signo de bonanza económica eliminará vuestro sueño¡

Mientras, estas diciendo estas necedades, piensas que debes recuperar y seguir leyendo el Cuaderno Gris y tal vez comprar el nuevo libro. Escribir peor que Pla, ese es verdaderamente tu tormento.,


Comentarios

Entradas populares de este blog

La desconfianza en el futuro nace de nuestras escasas raices con el pasado

III.- Una crítica a la justificación ética del trabajo social

Apuntes sobre lecturas (Valle Inclan , su manuscrito inédito de el ruedo ibérico y Proust y su mundo de los Guermantes) después de dos años de escritura jurídica