El Hotel Metropole de Bruselas está cerrado
Estimado Johan, te escribo estás líneas que suplen un poco que no nos hayamos podido ver.
Como te indiqué estuvimos en Brujas y en Bruselas. El hotel de Brujas fue magnífico, Dukes`Palace ¡Espléndido en cuanto a la arquitectura y en cuanto al servicio¡ Allí me percate que la época de navidad no es la más indicada para realizar viaje turístico. Cuando llegó el fin de semana, no había sitio sin un gentio inmenso en Brujas. En este punto, en una entrevista a la revista Letras Libres un economista español, Luis Garicano, de la London School of Economics, ya nos previene de que, o nos ponemos las pilas en tecnología ( inteligencia artificial), o nos quedaremos como PARQUE TEMÁTICO. De hecho, nos habla, en la entrevista, de que debemos incorporarnos a una "clase más globalizada, más móvil y más internacional". En eso trabajaste. Resulta curioso que ese es el ideal de nuestra Unión Europea, pero el exceso de regulación, como indica, va a jorobar todo futuro. El libre comercio nunca ha casado bien con los burócratas.
En Bruselas estuvimos en el NH Gran Sablon, sitio, para mi, encantador; por su cercanía a la Iglesia de Notre Dame, su emplazamiento al lado de la zona del palacio real y museos, y un restaurante que no reparé antes: el "Au Vieux Saint Martin". Allí se sente Cocina clásica y bien hecha. Me senté en el sitio que utilizaba el Honorable Hubert A. Ingraham, Primer ministro de las Bahamas, cómo señalaba una plaquita. Decía la inscripción que le gustaba la cocina belga; entiendo que, para alguien acostumbrado a los gustos británicos, ésta debe ser una ambrosia. Pero, a lo que vamos, el momento de mayor horror lo viví a la salida de las Galerías Royales de San Huberto. Una china no paraba de hacer fotografías al escudo de la República de Irlanda puesto en piedra sobre el Pub "The Dubliner".
En la entrevista, que ha publicado el Mundo, de nuestro novelista Michel Houellebecq recuerda que, en su novela Sumision, " el protagonista François entiende que el fin de Europa ha llegado cuando cierra el bar del Hotel Metropole de Bruselas". He de decirte que lo vi cerrado. Rodeado de sujetos "comedores de patatas fritas y gofres", niños de la inmigración deseando patinar sobre hielo y tiendas de segunda mano. Me volví a Madrid y pensé que sólo nos queda las zonas más despobladas de nuestra naciones. Donde la naturaleza y sus parajes, nos recuerdan todavía algo de lo que fuimos.
Esperando tus noticias, se te saluda.
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